Es interesante y hermosa la manera de percibir la vida desde la posición de un niño.
¿Cuando dejé de hacerlo?
Sucedió cuando olvide sonreír por cosas sencillas, o fue cuando sentí la necesidad de tener para ser?
Miro al universo a la altura de un pequeño y todo es asombroso, no pierden el interés y sienten la necesidad de estar descubriendo, comparten sus logros con mayor placer y lo mejor es que lo dan sin reproches para que tú lo logres.
Ser adulto no es madurar y perder esta magia, seguramente que aquellas personas que han sabido conservarle son las que caminan sonrientes por las calles y contagian sin más, son aquellas que dan sin preguntar quién eres .
Seguramente son las que te hacen sentir tan importante y que todo en la vida tiene una razón de ser.
Ahora piensa en una de ellas y dime si no sonríes al traerla a tu mente.
Llénate de amor, llénate de esa sensación que ha dejado en ti ese ser.