miércoles, 27 de octubre de 2010

Piernas

Mamá siempre me platicaba de la importancia de cuidar cada parte de mí, la frase era sencilla pero muy cierta.
- en algún tiempo de tu vida el cuerpo comenzara a cobrar cada cosa que le hagas, no siempre serás joven–

Precisamente esa juventud era la que hacia que mis oídos fueran sordos a ellas, pasaron los años dejándolas atrás, muy dentro de mis adentros.
A cada paso que daba me dolían mas y más, desconocida él porque, era un dolor que nacía de bajo de la rotula, hacia tiempo que me molestaba pero las actividades laborales me impedían atenderme, la mera verdad pensé que aquello se debía a mi aumento de peso, en los últimos meses se incremento debido a mi fascinación a un panecillo llamado Cofee Cake, lo encontré una tarde de ocio que paseaba por el sur de la ciudad, en una panadería que pasaba desapercibida pero aquel panecillo no lo fue para mí, tenía un aspecto delicioso y su sabor era aun mejor, es como disfrutar del olor a café al ser molido en su maquinilla, se había convertido en mi principal pecado, un pecado de gula y placer.
El dolor se incrementaba mas por las tardes a mi regreso a casa, el ajetreo del trabajo hacía de aquello un tormento para mi rodilla, yo sin saber nada de medicina y esas cosas tome mi vieja maquina para navegar por Internet y así ver que podía investigar sobre mi pesar...... la verdad no entendí gran parte de todos aquellos términos médicos que encontré, pero sentía que mis nuevos conocimientos adquiridos en medicina me ayudarían a diagnosticar mi mal, de todo aquello que encontré descarte muchas cosas para quedarme con las que según yo eran mas similares a mis síntomas, - ruptura de menisco o del ligamento colateral o quizás algo mas sencillo a mi entender, y de verdad lo único de lo que había escuchado hablar antes, una de las tantas enfermedades que se sufren con el paso de los años, la artritis-.
La artritis comprende la inflamación de una o más articulaciones y la degradación del cartílago, el cual normalmente protege la articulación, permitiendo el movimiento suave. El cartílago también absorbe el shock cuando se ejerce presión sobre la articulación, como sucede al caminar o soportar peso de algún modo. Sin la cantidad usual de cartílago, los huesos se frotan, causando dolor, inflamación y rigidez, eso ultimo se ajustaba mas a mi padecer, ahora “ya sabía lo que tenia” pero ¿cómo remediarlo?
De nueva cuenta me interne en la computadora, ahora con la intención de buscar el medicamento efectivo que mitigara mi dolor, encontré dos de nombres algo complicados para mi que no estoy muy familiarizado con los medicamentos - Acetaminofén (Tylenol) y Aspirina, ibuprofeno o naproxeno-, inmediatamente desconecte mi maquina de línea para ponerme en contacto con la farmacia ubicada a solo unas calles de mi domicilio, marque él numero telefónico que miraba en la fachada del negocio, lo había memorizado al pasar todos los días por ahí, escuche el singular tono de la bocina y espere a que me respondiera el hombre viejo que igual miraba detrás del mostrador con su bata blanca – Farmacia Pily - escuche su voz, al igual que su respiración asfixiada a través de la bocina – Sr. me podrían enviar estos medicamentos a mi domicilio? Le di mi dirección, él termino la conversación de forma seca informándome el costo de los medicamentos y el tiempo en que tardarían en entregarlos. Colgué la bocina y me dirigí lentamente a la cocina arrastrando mi pierna, estire el brazo y tome de arriba de mi refri un delicioso Cofee cake.
La semana pasaba del lunes al sábado y el dolor seguía albergado en mi, decidí dejar de tomar el medicamento ya que mi estomago estaba cada día peor por los fuertes componentes químicos, el fin de semana estaba aquí y con ello el día en que salgo de paseo en mi bici por el camino que recorre el río de aquel valle verde en el que habito hace ya mas de veinte años, llegue a pensar que el malestar en realidad era ocasionado por el estrés que vivía en mi trabajo, tome la decisión de dejar todo atrás con la firme idea de que mi mente podría controlaría todo aquello y efectivamente así fue, lo recuerdo perfectamente ya que el martes desapareció el dolor, al bajar de la cama tenia la idea de que mis piernas eran otras, mas fuertes y llenás de vida pero una extraña sensación acompañaba a todo esto!!
Por fin podía dar un paso sin sentir como el dolor se clavaba debajo de mi rodilla y subía hasta la parte baja de mi cuello, recorriendo cada músculo de la espalda, no lo podía creer, solo el poder de mi mente había logrado hacer desaparecer las molestias de mi rodilla, corrí por la habitación como niño y me percate del ruido que hacia al sentir como la mirada de mi esposa se clavaba en mi sin entender lo que sucedía.
Las cosas habían cambiado tanto desde aquella mañana, mi carácter mejoro como jamás lo hubiera imaginado, miles de cosas sucedieron y gracias a mi determinación de dejar atrás ese dolor y todo gracias a mi control mental.
Casi se cumplía un año y yo no dejaba de admirarme por el milagrito, pero las personas no dejaban de verme con extrañeza, como si fuera una persona distinta y no por mi actitud, era algo que no podía adivinar o no se atrevían a decirme, cada que estaba con alguien en sus rostros se posaba algo que para mí era indescifrable, era una especie de terror, me preguntaba que había en mi que causara aquel sentimiento en todas ellas, mis actividades incrementaron debido a mi excelente condición física, la rodilla dejo de molestarme como si no formara parte de mi, no la sentía ni me molestaba para nada, esto no me causo preocupación de ninguna forma, lo que si comenzó a causar estragos en mi y mi estilo de vida fue el cómo poco a poco aquellas miradas silenciosas se me clavaban, como tomando algo de mi ser.
Acudí al medico y me indico que no-tenia mayor problema que continuara mi vida como la haba llevado todo este tiempo, solo me receto un medicamento para el sistema nervioso, se encontraba cada día mas alterado, estaba a punto de festejar un año de no malestares y eso me lleno de alegría calmándome un poco con la ayuda de los medicamentos.
La fecha estaba aquí he imaginaba que todo sería mejor que la temporada pasada, tenia preparada una súper reunión con aquellas personas que consideraba y quería, la noche anterior deje mi ropa lista, impecable, sin arruga alguna, unos jeans y una camiseta color azul con mis ya acostumbrados converse, la vestimenta ideal para un día ideal.
Sonó el despertador a las 07:00 y me puse de volada en pie calzando mis chanclas para no pisar el piso frío, tome mi ropa interior junto con mi toalla y me encamine al baño, la luz del sol entraba de forma radiante por la ventana pequeña, la abrí solo un momento para poder aspirar el aire húmedo de aquella mañana, continué con mi baño pero algo raro sucedía con mis piernas, temblé de miedo al pasar el estropajo por ellas, sentí como el frió recorría mi cuerpo a pesar de que la habitación estaba llena de vapor, quise gritar pero preferí primero retirar el exceso de jabón de mi cuerpo para estar seguro de lo que imagine ver o mejor dicho no ver!! Sentía como el corazón daba saltos con tal fuerza que mi vista se movía al tiempo de él, con calma pero lleno de terror mire de nueva cuenta para efectivamente confirmar que mis piernas ya no estaban.
Sentí nauseas, ganas de gritar y morir, - ¿porque mis piernas no estaban? –
- ¿en que momento me dejaron? - - ¿como podía andar sin ellos?- mi cabeza estaba a punto de estallar con tantas dudas que se apoderaban de ella, - ¿porqué nadie me menciono esto? No podía continuar con todo aquello, preferí imaginar que seguían allí, así que lleno de miedo y dudas termine mi baño y salí del cuarto para vestirme con la ropa que dejo de ser la misma debido a mi nuevo descubrimiento, con calma me puse la ropa interior y mi playera, tarde no sé cuanto tiempo en ponerme los calcetines, el pantalón y los tenis, me llenaba de angustia el retomar la sensación que había vivido hacia solo unos momentos pero al hacer esto no me sentí tan mal, actitud que aproveche para tener un mejor semblante para mis invitados que seguían mirándome con esa expresión de terror, miles de cosas pasaban por mi cabeza dejando en un segundo plano aquella tarde de fiesta.
Por fin el ultimo invitado partió y pude pensar mas en mi, en mi situación, temía de nueva cuenta quitarme la ropa para descubrir que mis piernas no estaban, con cuidado me desvestí para redescubrir con tristeza que mis piernas me habían dejado, esa noche no dormí al igual que no sé cuantas más pensando he intentando entender que había sucedido hacia ya un año.
Retome lo acontecido, los medicamentos que pedí en la farmacia, la idea de que todo aquello solo era cuestión de mentalizarme y no había algo que hiciera que mis piernas no se encontraran en su lugar, me preguntaba cuantas personas se encontrarían en la misma situación que yo o seria el único al cual sus piernas lo habían abandonado sin decir siquiera adiós, si me dejaron ¿a donde fueron? O ¿donde estaba? O ¿con quien?, casi me volví loco tratando de encontrar respuesta a todo esto sin conseguir algo a cambio, ahora entendía el porque de aquella sensación de no sentir nada y el porque ni siquiera tenia que recortar las uñas de mis pies, lo que más me daba vueltas era el imaginar ¿cómo me veía el resto de las personas?, ¿que veían en mi?, ¿si aquello era el motivo por el cual se clavaban sus miradas tomando lentamente cada parte de mi?
Los meses pasaban y sentía que estaba mas y mas lejos de encontrar una respuesta a todo lo sucedido, pero no quería rendirme, no una vez mas haciendo como si no pasara nada, una de esas noches fría del mes de diciembre me acomode en cama con tanta tristeza en mis adentros, cerré mis ojos para caer en un profundo sueño, hacia realmente tiempo que no sucedía esto pero esto tenia su razón de ser ya que esa misma noche soñé con el lugar en el que se encontraban mis piernas.
Al llegar aquel lugar que no sabía con exactitud donde estaba sentía frío y mucha pero mucha tristeza, cada cosa contenida en esa especie de bodegón sin paredes, vivía bañada en soledad, podías descubrir desde un árbol hasta ojos que te miraban melancólicos en espera de ser encontrados, camine en penumbras no había mas luz que la que la luna vertía en todos y cada uno de los allí presentes, aquello parecía no tener fin y yo tenia tanta prisa por saber de mi pero al mirar tanta necesidad de, una caricia, una sonrisa, unas palabras me veía en la necesidad de detener mi marcha por tan solo unos segundos si es que existían estos en aquellos lugares, llore en silencio no se por cuanto tiempo y mi mirada nublada me impedía ver con claridad lo que buscaba, pero sabía que mi corazón sabría mas que mi vista, camine por no sé cuanto y el corazón comenzó hacer lo suyo a latir con fuerza al saber que estábamos por encontrar lo que deseábamos, tropecé con algo que parecía ser una piedra y al levantar la mirada las vi, en medio de la nada, queriendo encontrarse conmigo pero algo lo impedía, quise correr pero ahora me vi arrastrándome sin mis piernas imaginarias por el piso, aquellas piernas que solo yo veía habían desaparecido, con todas mis fuerzas me impulsaba tomando con mis manos todo lo que estaba frente a mi, la distancia se incrementaba lejos de disminuir y yo lloraba y gritaba pidiéndole a dios una explicación a esto, ¿qué sucede dios?
¿Porque me sucede a mí?
Desperté en mi cama entre lagrimas y cobijas envueltas, sin poder entender y descubrir lo que sucedía conmigo, intente cerrar mis ojos húmedos para retomar mi sueño, retomar aquel lugar pero este ya se había ido dejándome tan solo con un recuerdo de lo que contemple allí.

martes, 26 de octubre de 2010

La última danza

El sol estaba por partir, lo mire de reojo al tiempo que depositaba mi morral en el suelo, el viento me saludo con dulces silbidos, sonreí al saber de él, me distraje de nuestro ritual al saber del resto, detuve todo un instante para saber de ellos, a contemplarles, fue realmente pleno, me lleno de paz, todo está en su tiempo, es nuestro momento.

El trabajo de hoy estaba gobernado por la muerte, sencillamente tenemos que morir, aquella información sorprendió a mas de uno, lo pude adivinar al ver sus rostros que perdían su natural estado
-Dios si esa es a lo que hemos venido el día de hoy que sea como esta planeado-
este pensamiento cruzo mi mente de forma inesperada y veloz sin darme mas oportunidad que asentir con la cabeza de forma casi involuntaria.

Las llamas danzan tímidamente al centro del círculo, aprovecho para darme una oportunidad más para mirar a cada rostro, descubrir o adivinar que sucede en el interior de cada uno de los presentes.

Nos pide alimentar el fuego, darle vida, hacerlo fuerte, crecer para iniciar la ceremonia.
 
Lentamente sin prisa alguna me pongo en pie y camino en dirección a la leña, dando tiempo a cada instante, depositamos madera suficiente para el poder del fuego, la realidad es que solo pocos cumplimos con la tarea mientras el resto continua sin mayor movimiento en su lugar, mirando el ir y venir de los que acarreamos el alimento de la hoguera, de repente sentí algo en mi mano y la mire, la encontré lastimada por las espinas de los trozos de árbol que lucharon hasta el fin para llegar ahí, sonreí entupidamente mientras regresaba a mi lugar y proseguí a ponerme cómodo junto a mi morral y al tronco que anteriormente había colocado para estar en una posición mas cómoda.

Es hora de mirar la danza de la llama, los trazos que se realizan al entrar en contacto con el viento, el admirar como las figura cambiaba de vestuario, de color y forma.

Me sentí inmensamente complacido de poder contemplar aquello que es capas de terminar conmigo en un abrazo y al mismo tiempo se había convertido en un inseparable compañero del hombre, rodaron lágrimas por mis mejillas, entendí parte de la totalidad de la vida, de la naturaleza, de mí y de dios, todos reunidos en este instante.

 
Así paso el tiempo y ahora teníamos que proseguir con la siguiente tarea, encontrar en nuestro rostro y el baile de las llamas a la principal invitada, mirarle de frente para permitirle esculpir mi cara a su lado, el pertenecer a ella, la tarea no era sencilla, no hemos sido criados para verle así sin mas ni mas, no se si la emoción o el miedo lentamente vistieron mi cuerpo, extrañas sensaciones me recorrían, de pronto comencé a mirar un rostro pálido o mas bien amarillento, como el color del dedo del fumador empedernido, quise verle de frente, admirarle y saber quien o porque estaba aquí, al girar mi cabeza para verle mejor se difumino, se perdió de mi vista, me di unos instantes para verle en la mente, realmente no me resultaba familiar pero tampoco creo asombro o espanto en mi, le busque de nueva cuenta y entendí que solo podía hacerlo de reojo ya que al realizarlo de frente se perdía yéndose como una fresca brisa.
 
Pude admirarle, cada detalle, cada seña, descubrir característica de aquel rostro acomodado de perfil, se mantenía ahí silencioso mirándome con el ojo oscuro y penetrante.

Es ahora cuando debemos tallarle en una piedra pómez, de materializarle, de hacerlo palpable, atrapándole para hacerlo presente, y sin pensar extendí mi mano para tomar las herramientas que previamente había acomodado sobre una servilleta bordada, en la mano derecha tenia la piedra y la izquierda inicio la tarea y comencé a invitarle, a forma parte del instante, a dibujarse en ese material, no quiera que la razón participara, en ese instante solo cabíamos dos.
 
Lentamente logre encontrarle, descubrirle en la piedra, nació en la oscuridad de la noche, entre el arrullo del viento y el calor del fuego.

Toc toc toc escuche el retumbar, el ritmo del tambor, ha llegado la hora, es el tiempo de terminar para iniciar con la ultima danza.

La ultima danza
 
Llego el instante de dejarlo todo, de partir, no tengo un destino o al menos si lo hay es ignorado por mi y también con quien.

El tambor sonaba rítmicamente, retumbaba en mí, invitándome a formar y ser parte del paisaje, del lugar, del aire, del cielo, del ave que nos miraba con una sonrisa burlona mientras danzábamos hacia la muerte.
 
-¿Que estoy haciendo?-

Sacudí mi cabeza buscando una respuesta lógica e inmediata, el temor estremeció mi cuerpo

-¿que sucede?-

Me movía al ritmo mientras buscaba una explicación de lo que sucedía, estoy por morir, de partir de este plano y si me voy jamás veré de nuevo a los seres que amo,

-es mejor decir adiós mientras estoy en pie, con vida-

me di cuenta en ese instante que mucho tiempo estuve equivocado

-la eternidad jamás ha formado porte de mi-

inicie mi recorrido, mi despedida, continuaba en movimiento, mi cuerpo danzaba no se si de forma programada o mas bien involuntaria, dije a dios, recordé y reviví tantas cosas mientras mis mejillas se humedecían, hoy temprano partí de casa esperando regresar pero aquí termina todo y mis pensamientos cotidianos que carcomían mi ser ahora me dejaban, se apartaban de mi sin mayor remordimiento, entonces pude darme cuenta de que esta es mi ultima danza.

Los tambores invitaban a mi cuerpo a seguir en movimiento, mi mente lo quería bajo un estado de éxtasis, pero el ya no, estaba mas que cansado, las fuerzas le fueron abandonado, mi respiración era agitada mientras seguí el ritmo de la vida, sentí que estaba a punto de terminar, de culminar con todo, ya no tenia miedo estaba bien conmigo, con el universo pero sobre todo con dios y si ha llegado la hora de partir ha de ser danzando dando mi ultimo aliento.

Sin mas sentí que mis piernas dejaban de existir, que me abandonaban en medio de la noche, estaba a punto de caer pero algo me levanto e impulso a continuar

- el momento llego -

me sentí partir, mire el suelo, la yerba, la tierra y me mire a mi, descubrí la oscuridad de la noche salpicada de estrellas y de una linda y tímida luna.
 
El suceso fue tan solo de un instante, así termino la danza, así término una vida.
 
Al sentir de nuevo el aire entrar en mi, me di cuenta que el inicio estaba presente, lo sentí llegar y me dio la fuerza suficiente para ponerme en pie y mirar el entorno, me encontré sorprendido al descubrir que la tribu estaba muerta, admire con asombro que me encontraba rodeado de cuerpos, algunos aun sollozaban, peleaban aferrados para continuar aquí, otros sencillamente se habían entregado a su muerte, se miraban dormiditos, tan llenos de paz, no entendía el instante lo que sucedía, solo mire el final, supe que morir no era la tragedia que se mira o aprende, la muerte no pesa cuando se despoja uno de tantas cosas que se arrastran en vida, es sencillamente aceptar que hay que vivir para morir.



viernes, 15 de octubre de 2010

Gotas de Noche


Ella

La lluvia era fría y nos obligó a apurarnos para llegar hasta un techo que nos guareciera. Agarraba tu brazo, temía resbalar en el piso mojado, reímos de tanta torpeza, te recordé lo que me contaste del gato de tu vecino, torpe igual, y reímos más.

Entramos a un portal y te sacudí el abrigo, se veían en él gotas brillantes, tú tomaste mis manos frías y las frotaste para calentarlas, las puntas de mis dedos dolían de tanta fría humedad, te dije que así también sentía mi nariz y te reíste lindo.

Juntamos risa, calor y el frío se fue yendo, a nuestro alrededor se comenzó a formar una luminiscencia cálida que disolvía las gotas de lluvia, entonces nos abrazamos y la luna comenzó a asomar para ser testigo y de paso enterarse por qué tanto alboroto por un poco de lluvia, dejó de ser oscura la noche, estábamos juntos, tú y yo...

El

La noche seguía su camino, vestida de lentejuela brillante formada de gotas y luz de luna, te mire contemplar al infinito, lucias tan inocente, acurrucada en mis brazos.

Dibujaste una sonrisa en tu rostro, con tu dedo repasaste la comisura de mis labios invitándome a sonreír, atrape con más fuerza tu cuerpo al mío, quería mantener cada detalle de ti en mi, era imposible esconder a mi corazón, manifestó la descarga de emociones que emanaban de él.

La oscuridad de la habitación va bien al momento, puedo saber más de ti por tu aroma, tu respiración, la calidez y suavidad de tu piel, la poca luz dibuja los detalles de tu rostro que luce fresco y contagiado de paz.

Quisiera detener el tiempo en este instante pero entiendo que se va sin mirar atrás, lucharía contra todo por mantener este lienzo firme y eterno, en el que tu figura resplandece en la libertad del espacio.

Mire en dirección de la ventana para agradecer a la vida por permitirnos este momento, sentí tu mano recorrer mi cabello para saber si aún permanecía húmedo, en ese instante acerque mi rostro al tuyo y mi mejilla toco tu nariz porque quería saber si el calor de tu cuerpo de nuevo estaba en ti.



jueves, 7 de octubre de 2010

Movimientos

Intentas entender porque el mundo gira, miro como tu mirada intenta clavarse en mi, buscando descifrar tantas cosas que marchitan lentamente tu sonrisa.

Apresuras tu paso, intentando dejar atrás tus pensamientos, tiemblas al saber de ellos y al final terminas aceptando que son parte de ti.

Escapas, escapas en silencio, meneando tus pensamientos, quizás imaginando que dormirán en tus brazos, pero tus ojos bañados en lagrimas indican que no sucederá, tu realidad esta compuesta de movimiento, quizás tanto como el segundero del reloj, detente esta tarde a contemplar el inmenso cielo azul que cobija tu existencia.

lunes, 4 de octubre de 2010

Olor



Desperté con tremendo dolor en la cabeza, destellos de luces blancas sobre mi rostro y un olor extrañamente familiar, intente incorporarme pero fue inútil ya que estaba tan débil, delgadas manos tomaron mis hombros mientras una voz me pedía que me relajara.
Trate de enfocar la borrosa imagen, estaba seguro que no era la primera vez que estaba ahí
- ¿Quién eres? – pregunte con torpeza, inmediatamente una pajilla entro a mi boca y de forma automática sorbí el fresco liquido.
No tenía ni la más mínima idea de lo que me sucedía, no sé si perdía el conocimiento o sencillamente dormía, en esos lapsos pasaban frente a mí imágenes que me hacían estremecer, me vi solo en el frío suelo, no entendía con exactitud lo que sucedía pero estaba mal, eso era seguro, la única imagen que me confortaba era pocamente nítida a causa de su luz y algo que imaginaba como grandes alas!
Despertaba sin poder moverme, mi cuerpo era un andrajo tendido en aquella cama día tras día, tiempo después supe que fui violentado, sufrí múltiples fracturas, además de ser agredido con diferentes armas, dicen los médicos que estoy aquí de milagro y si continuo evolucionando, pronto me podre mover.
En realidad lo único que recuerdo es la noche que salí de casa de Laura, es verdad cometí el error de caminar por un barrio que no conocía, solo fueron un par de calles hasta encontrarme con un grupo de jóvenes que comenzaron a agredirme ¿solo por usar un par de aretes?, intente ignorarles pero creo que ese solo fue motivo para saciar su ira en mi.
El calor y el dolor recorrían mi cuerpo, quede tendido en el piso, cerré mis ojos para escapar de él y no lo conseguí, pero de pronto sentí tanto confort, un fresco olor invadió el poco aire que respiraba, abrí los ojos y la vi, era joven y bella, su rostro es tan sereno como la luna de esta noche, me abrazo y susurro a mi oído que resistiera, descubrí el origen del floreciente olor, era ella quien llenaba todo de paz y libertad.
La mire ponerse de pie, un par de alas decoraban su desnuda espalda, lucía realmente bella con su largo vestido, era elegante y delicada.
Giro hacia mí, sonrió - no te preocupes estarás bien, ya vienen por ti – es lo último que recuerdo.
Hoy me gusta pensar que un ángel restauró mi camino, una oportunidad más.
La vi una ultima vez antes de salir del hospital, vestia de blanco, ayudaba ahora a quien más lo requería, intente encontrar su mirada pero el destino jamás coopero, hoy solo se de ella cuando su aroma llega a mí.