lunes, 23 de febrero de 2015

Lunes

Estaban en línea algunos días de la semana para formar el calendario, cuando de pronto Lunes, que llegó tarde, quiso aprovecharse del despiste de los demás días; se metió en un pequeño espacio que después supo que Martes lo dejaba a propósito, era entre Domingo y él. Nadie quería estar después de Domingo porque sabían que no serían bien queridos, pero Lunes, que pensó sacar ventaja “de ese espacio accidental”, tarde se dio cuenta de la mala jugada de su vecino Martes.

jueves, 28 de agosto de 2014

Que y quien eres?



No, no me digas que quizás nada de esto ocurrió, estoy seguro  las cosas han sucedido como te las conté.

Llevo días escapando de algo, no me preguntes de que? porque ni yo estoy seguro, solo sé que siento que está sobre mí a cada segundo, me es difícil escapar de su mirada, si es que tiene ojos!!

Si es que tiene ojos? Pregunto ella

Estoy seguro que a cada paso ahí está he intentado de todo hasta me encerré por un rato en el armario pero fue inútil, sentí su respiración sobre mi hombro izquierdo y como es de esperarse, salí horrorizado.

Corrí con todas mis fuerzas y me detuve frente a tu puerta, anda regálame un poco de agua que traigo la garganta seca de tanto correr.

Jajaja Soltó  tremenda carcajada Sofía

Date prisa que no ha de tardar en llegar a tu casa!!

No, no me mires de esa forma, te juro que no he sobrepasado la dosis de pastillas que me ha recomendado el médico, si mujer te lo juro ni una más ni una menos y en las horas que él lo ha escrito aquí mira, aquí está la receta.

Mis manos tiemblan no sé si por lo cansado ya que llevo noches sin dormir por completo, la otra noche le sorprendí flotando sobre mi cama y vieras que sentí tanto miedo que me cubrí con toda la frazada, apenas y deje un pequeño espacio para respirar.
Te digo mujer que no estoy loco, espera unos minutos y sentirás tu su presencia, solo te pido un favor no eches a correr dejándome aquí solo.

Sofía: jajajaaa vale corremos juntos

Si, si toma mi mano y llévame contigo porque mis piernas quedan paralizadas del terror

Sofía: tu solo sígueme

No, no toma mi mano por favor no sé si pueda seguirte.

Sofía: Si, sí, eso digo. Coge mi mano y sígueme.

Sabes voltea con discreción creo que ahora está en tu recamara, seguro  revisa tus cosas, sabe lo que significas para mí, espero que eso no le moleste y arremeta con todas sus fuerzas contra nosotros.

Sofía: no me digas eso que luego no duermo

Mm pues así pasaremos las noches en vela juntos, dormiremos haciendo guardia.
Hasta ese instante me percate de la belleza de su casa, era un tanto antigua pero el buen gusto de ella le daba vida y tanto confort, porque, porque hasta hoy me doy cuenta de ello?

Sofía: vale, tu primero!

Su voz sonó por toda la habitación, quizás ahora estaba tan llena de miedo como yo.

Sofía: jajajaaj me estoy asustando

Pues espero que con esto me creas estaba a punto de volver loco, pero creo que con tu ayuda podemos vencer esto, o eso, no sé en realidad que sea!!

Sofía: tranqui q no es nada real, ya veras

Solo sé que inicio aquella noche que me fui de fiesta, bebí tanto que pocas cosas recuerdo! Sabes de lo que te hablo verdad?

Sofía: si claro

Bueno pues de las pocas cosas que recuerdo es que entre a una casa que ni idea tengo de quien y donde está, el lugar tenía una extraña sensación, de esas en que no estás bien sin saber el motivo, seguí bebiendo ahí

Sofía: y porque te metes en casas ajenas?

Bueno eso ahora es lo de menos Sofía, déjame terminar de contarte,  de pronto una mujer llego a mí, me pidió que le tomara de la mano para bailar pero....

Sofía: si si, tu baila con extrañas, que ya verás.

Bueno déjame terminar de contarte. Desperté aun medio borracho en medio de una charca de lodo, no sé cómo llegue hasta allá y a partir de ese instante sé que eso me persigue.
De verdad que no tengo idea de cómo escapar, tienes idea de que deba hacer?
Que sucede con la luz, porque esto se ha quedado a oscuras? 

Sofía, Sofía, donde estás? Toma mi mano no me dejes aquí en medio de la oscuridad y con este silencio que me carcome.

Sofía: Estoy aquí, hubo un apagón, y ya está volviendo. Dame la mano.

No, no tú no eres Sofía, dime, dime que has hecho con ella?




martes, 11 de febrero de 2014

Las estrellas ya no florecen.



No me gusta, no me gusta tener que amar para olvidar.


Es difícil al cerrar los ojos y encontrarte ahí, descubrir tu frágil figura caminando a mi lado, sentir tu delicada mano aferrada a la mía.

Busco apartarte a toda costa de mis pensamientos, lucho por derrumbar aquella muralla que se formó de instantes que compartimos juntos, pero estoy cansado, triste y completamente solo sumergido en esos recuerdos.

El silencio me recuerda tu partida, esa ausencia que me carcome lentamente, no sé porque te has ido?

Evito a toda costa aquellos lugares que compartí contigo, ahora lucen lúgubres, sin color y mucho menos vida, no sé de qué forma lograbas que todo fuera tan diferente, tan bello, no sé cómo lograbas que el tiempo volara y al mismo tiempo se suspendiera balanceándonos en él.

Todo sucedió tan de prisa, te mire, nos miramos y algo  nos atrapo, paso el tiempo y fuimos formando de dos un solo ser, un universo indescifrablemente exquisito.
Tantas cosas, tantos sueños, promesas entrelazadas, el mundo fue nuestro sin detenernos a mirar el rededor.

Te extraño tanto que sufro en silencio, me duele no tenerte a mi lado, acurrucados cada noche buscando conciliar el sueño mientras reparabamos el mundo.
Sé que este dolor me tiene que hacer fuerte, busco convertirlo en una miel que me ayude a mantenerme en pie.

Dime porque te has ido?
Porque aquella tarde cerraste los ojos sin decirme adiós?
Porque tus labios  quedaron en silencio?
Porque nuestras manos jamás podrán volver a estar unidas, unidas por una eternidad como me lo juraste tantas noches?


martes, 22 de octubre de 2013

Sencillo, adios



Una tarde gris y fresca él paso a verla, sabía que probablemente no estaría en casa porque ella comúnmente se escabullía al parque que está dos calles adelante,  nervioso toco el timbre, lo  escucha replicar en el interior de la vivienda sin mayor resultado, continua atento y algunos ruidos de aquí y allá pero ninguno  que le indique que están a punto de  abrir la puerta.
Su dedo tembloroso de nueva cuenta insistió una vez más sabiendo que quizás nada sucedería y justo en ese  ese momento se abrió la puerta.
Ella tímida dejo ver su rostro por detrás.
-hola como estas?-  le pregunto el, ella inmóvil   responde que bien
 - que haces por acá?-  Le pregunto después de un incómodo silencio
Pues he decidido venir a entregarte estos libros, hace tiempo que los tengo en casa, y sabes en realidad necesito hablar contigo.
Hace tiempo que algunas cosas no van bien en mi vida, tanto ha pasado por mi camino que he estado a punto de dejar todo esto,  apartarme de esta ciudad oscura pero algo, mejor dicho por alguien no he podido.
Pasa por favor, creo que he sido un poco grosera en no invitarte antes pero me has dejado pasmada, hace tanto que no se de ti, imagine que vivías allá, en aquella ciudad que soñamos juntos conquistar.
-No, sigo aquí y disculpa si he sido inoportuno-
-No para nada, me bañe por la mañana,  me tire a dormir no me he sentido bien últimamente, he tenido algo de fiebre seguramente un resfriado, pero ya me siento mejor seguro la siesta me ha repuesto un poco, tú te ves cansado, has comido algo?
-No, llevo días que apenas pruebo alimento, tenía que saber de ti antes de irme solo que no encontraba la forma para  acercarme, sonrió estúpidamente mientras permanecía frente a una pintura de esas que se fabrican al por mayor.
Toma asiento y relájate, te noto un poco estresado, que sucede contigo?
Se dirigió a la cocina para preparar té y buscar algo que pudieran comer, en realidad la nevera estaba vacía tenía tiempo comiendo en la calle, quería evitar el pasar tantas horas en casa sola extrañando todo, desde su olor hasta su ropa maltrecha, cada cosa le hacía recordarlo.
Vaya es difícil tirar por el caño ocho años compartiéndolo todo, pasaban mucho tiempo juntos escuchando música, hablando de libros o de lo que actualmente sucedía en el país y en el momento en que se cansaba el uno del otro una tarde en silencio era suficiente para retomar la relación, reinventar aventuras.
La veía desde ese sillón gastado, le gustaba mirar su cuerpo delgado, esa figura esbelta y larga que lucía hermosa,  miro su cabellera alborotada, recordó cómo le daba cosquillas en el rostro al hacer el amor, le gustaba tanto verla en movimiento como se entregaba al máximo en cada cosa que hacía, era una mujer fantástica, una gran amante y amiga, definitivamente era con quien desearía parar el resto de sus días pero de la nada todo cambio y ahora cada uno seguía su destino, su propio camino.
Se puso de pie y se dirigió a la cocina, le intrigaba lo que ella hacía, la miro preparando unos emparedados, que haces Alejandrina olvídate de eso mejor ven vamos a charlar que en realidad  lo que menos tengo es tiempo, se paró detrás de ella y aparto su cabello para besar su cuello.
-Que haces? Sonrió ella mientras ponía el azúcar en la bebida
-Nada solo quería recordar lo suave de tu cabello y el perfume de tu piel
 -Te puedo ayudar?
Si, toma estos platos y llévalos a la mesa para comer algo.
Se sentaron y permanecieron un rato en silencio, como que cada uno asimilaba a su manera la compañía del otro, de pronto él sonrió y mojo sus labios con algo de té,  sabía que  posiblemente una crisis estaba por venirle así que prefirió humedecer su garganta, ella noto su nerviosismo pero hizo como que nada pasaba, tomo los trastes sucios y se dirigió a la cocina
-porque no te das un baño? quizás te sientas mejor, mientras lavo los trastes-
Segura que no hay problema? Me encantaría poder darme un baño caliente, tomare la toalla de figuritas extrañas, esa que siempre me ha gustado.
Ahora de nuevo cada uno bajo el mismo techo estaban ahí juntos pero no como antes, ella se sentía segura escuchando el ruido de la regadera
La música ilumino el ambiente,  silencio (Madredeus) acariciaba cada una de las paredes de la habitación, el  escucho desde la ducha y ella se acomodó sobre la cama con sus manos detrás de la cabeza, la guitarra suave acariciaba la piel y la voz femenina te invitaba a llorar por el puro placer de sentir la vida, sin duda juntos el universo era más confortable, Alejandrina cerro los ojos y sin poder evitarlo  viajo a todos esos momentos que pasaron juntos, sin duda alguna Andrés era un personaje extraño que podía charlar con todo el mundo pero ello no significase que fuera amigo de todos, era un personaje peculiar de un humor negro pero a pesar de ello con una personalidad que no podía pasar por desapercibida.
Ao longe o Mar sonó y cada nota le erizaba la piel húmeda, Andrés termino de secar su cuerpo y se miró al espejo, sin duda no era el mismo, se le veía cansado, demacrado el rostro pero su mirada aun contenía esa fuerza, ese brillo que le hacía tan diferente al resto, se sentó sobre el retrete y lloro, lloro desconsolado porque sentía el cobijo de Alejandrina, porque todo era tan diferente a su lado, pero algo de la nada lo cambio todo, miro el techo para descubrir a las gotas de agua caer sin miedo sobre él, O sonho ahora era se apoderaba de esa atmosfera, un lugar creado para sobrevivir juntos un espacio donde el tiempo no tenía más valor que el de una mirada, el de una caricia.
Limpio sus ojos y se encamino a la cama, la vio recostada pero intento disimular mientras buscaba su ropa, movía su mano a tientas, tenía que dar con ella pero seguro estaba que no se encontraba en el lugar donde le había dejado.
Olvídalo, la he metido a la lavadora, hace cuanto que no cambias tus ropas?-
Disculpa Alejandrina no he querido molestarte con eso!
Y quien te ha dicho que me molestas hombre tonto, déjalo ya y ven, recuéstate a mi lado platícame que has hecho todo este tiempo? porque has huido de mi sin decir más?
Él  acurruco su cabeza en el pecho de ella y comenzó a explicarle todo, hacía tiempo que su salud empeoraba, desconocía las causas del porque  un día que laboraba había perdido el conocimiento y despertó en un hospital, le realizaron muchos estudios sin saber la causa exacta del desmayo, le recomendaron descanso.
-Fue entonces cuando nos fuimos a pasar unos días allá por el sur, en la selva en donde todo es verde y los animales hablan todos al mismo tiempo, lo recuerdas?-
-Sí, te recuerdo cada mañana besando mi frente y diciéndome que me amas.-

Bueno de vuelta a la rutina seguía mal y de estudio tras estudio, los médicos no saben con exactitud qué es lo que tengo pero es un hecho que mi cuerpo está sufriendo, cuando me aleje de ti, de lo nuestro fue para internarme en una institución, los médicos decían que seguramente ahí me recuperaría, no quise decirte nada, confiaba que al volver estaría más sano que nunca pero no fue así, he vuelto apenas el lunes de aquella clínica y no he mejorado, seguro estoy que he de morir.
Alejandrina se sentó de un jalón en la cama, las lágrimas recorrían su rostro, puso su dedo sobre los labios de Andrés y se quedó mirándolo, no pudo contenerse más lo abrazo mientras lloraba
-porque no me lo has dicho antes?-
Moría en esta habitación sin saber de ti cuando en realidad eres tu quien muere
-Porque Andrés nos sucede esto. Porque?
La tomo entre sus brazos y lloraron juntos, lloraron sin más que hacer, sin más que decir, la noche los abrazo a ambos y los acurruco entre las estrellas.
Alejandrina se puso de pie y se metió al baño, temblaba mientras desnudaba su cuerpo, pensó en tomar una ducha pero prefirió rociar su cuerpo de perfume y salió con su desnudes a la habitación, en una habitación oscura y triste.
Andrés la miro, tomo cada detalle para él, empaco en lo más seguro de su ser esa imagen, no sabía si podría llevarla pero quería estar seguro que de ser así contaría con cada parte de lo maravilloso de su ser, de su cuerpo.
Se recostaron de nuevo en la cama uno a un lado del otro, tomaron sus manos, manos nerviosas, húmedas por el deseo de encontrarse una vez más en esa suma de poderes, de energías.
Sus bocas se encontraron, sus cuerpos formaron un universo de sensaciones, de placeres que abren puertas, puertas  infinitas que transportan a nuevos mundos.
Una vez más la energía del deseo, el amor iluminaba sus almas.