jueves, 3 de diciembre de 2009

Viaje!!... viajas?


Jamás imagine tanto de como dicen muchos nada!!!!

Viajas al desierto?
A que vas?
Estas loco?

Y muchas más de estas interrogantes saltaron sobre mí, en realidad no sabía que descubriría o con que me encontraría pero estaba feliz, sobre todo ansioso.

Lo más difícil, descubrirme a mí al estar conmigo, la extensión es infinita e inmensamente bella ante la mirada, nada que ver con lo cotidiano, poco y mucho por admirar, por reencontrar y sobre todo vivir.

La compañía es un factor magistral en este instante, nada mejor que cruzar miradas, palabras, sueños y sobre todo la colosal diosa, compañía natural que se muestra para posteriormente permitirnos ser solo uno.

Noche oscura, noche verdadera, cielo estrellado que camina en dirección de mis ojos, que traza líneas fugaces para ofrecer deseos, que se muestra como pureza infinita, tiemblo de frío pero sobre todo al contemplar lo perfectamente diseñado de esta noche.

Los coyotes cantan en todas direcciones quizás reclamando lo que se les ha dado desde hace tantos años, a lo lejos les escucho preguntar ¿porque estas aquí?, cierro mis ojos para buscar una respuesta pero el cansancio me cobija.

Un nuevo sol, un oportunidad para comenzar, para renacer, para ser y crecer.
El camino de retorno se muestra inmenso no solo en distancia, quizás lo sea mas en enseñanza, a cada paso descubro algo que tintinea en mi interior y sigo el canto del ave invisible entre las ramas que me mira no se si con lastima o con ternura.

El sol parte y con ello tanto pero estoy seguro que ha de nacer con algo para todo aquel que necesite de ella.

Gracias por permitirme ser parte de ti madre, de dormir bajo tu manto estelar pero sobre todo por dejarme ser uno contigo.