Un paso, dos pasos, tres pasos, cuento y cuento antes de llegar a la avenida principal, mi objetivo es cruzar al otro lado sin detener mi ritmo a causa de uno o más vehículos, miro el negocio de tortas improvisado sobre una vieja camioneta pick up que cada mañana esta estacionada en la misma esquina, respiro profundo como para intentar saber su sabor por el olor de lo que preparan.
Admiro cada persona que esta compartiendo este instante, les miro y les miro como para intentar entender sus vidas, sus placeres y problemas pero sencillamente pasan de largo como yo con ello.
El sol es tierno a estas horas, me acaricia el rostro y le sonrió, escucho las aves que hacen ruido al iniciar el día y jalo tanto aire como puedo, a lo lejos visualizo la fuente en la que he de doblar a la izquierda para seguir mi camino.
Sé que en algún tiempo recordare esta caminata, esta charla interna y suspirare diciéndome que buenos tiempos, que instantes lamentándome no tener la claridad para entender esa magia en ese preciso presente.
Me duele tanto el no ser lo suficientemente consiente para disfrutar del hoy como lo mejor de mi vida, es clásico que al estar con los amigos y hacer memoria de las viejas aventuras se diga “esos si eran buenos tiempos” ¿y hoy, que es? ¿Es necesario dejar pasar unos cuantos años para recordarlos como buenos tiempos? estaba sumergido en mis pensamientos cuando de pronto descubro a una pequeña despedirse de su madre para ingresar a la escuela, una bella imagen para un bello día.
Apenas estoy a la mitad del camino, miro ambos lados para cruzar una avenida aun más complicada, ya a salvo en la otra acera continúo con lo mío, con mis pensamientos y ahora vinieron a mi muchas personas que se han quedado en algún lugar, personas que he amado, que me han dado y otras que me han enseñado de la forma menos agradable o extraña, sonrió al mirar sus rostros al tratar de traer su olores y esos momentos que compartí, es en ese instante cuando recuerdo para que me serviría una máquina del tiempo jajajajaja tan solo para verles una vez mas y darles infinitas gracias.
Siempre he creído que cada persona que ha compartido cualquier cosa conmigo por muy pequeña que sea, forma parte de mi, de la estructura, de la historia, es como dejar una piedrita que hace mas grande y solida mi esencia.
Un par de lagrimas rodaron por debajo de mis oscuras gafas, no intente limpiarlas, no me importaba porque con ellas entregaba una gran dotación de amor para todas aquellas personas que esta linda mañana me hicieron sentirme vivo y recordar lo magnifico de ser humano.
Admiro cada persona que esta compartiendo este instante, les miro y les miro como para intentar entender sus vidas, sus placeres y problemas pero sencillamente pasan de largo como yo con ello.
El sol es tierno a estas horas, me acaricia el rostro y le sonrió, escucho las aves que hacen ruido al iniciar el día y jalo tanto aire como puedo, a lo lejos visualizo la fuente en la que he de doblar a la izquierda para seguir mi camino.
Sé que en algún tiempo recordare esta caminata, esta charla interna y suspirare diciéndome que buenos tiempos, que instantes lamentándome no tener la claridad para entender esa magia en ese preciso presente.
Me duele tanto el no ser lo suficientemente consiente para disfrutar del hoy como lo mejor de mi vida, es clásico que al estar con los amigos y hacer memoria de las viejas aventuras se diga “esos si eran buenos tiempos” ¿y hoy, que es? ¿Es necesario dejar pasar unos cuantos años para recordarlos como buenos tiempos? estaba sumergido en mis pensamientos cuando de pronto descubro a una pequeña despedirse de su madre para ingresar a la escuela, una bella imagen para un bello día.
Apenas estoy a la mitad del camino, miro ambos lados para cruzar una avenida aun más complicada, ya a salvo en la otra acera continúo con lo mío, con mis pensamientos y ahora vinieron a mi muchas personas que se han quedado en algún lugar, personas que he amado, que me han dado y otras que me han enseñado de la forma menos agradable o extraña, sonrió al mirar sus rostros al tratar de traer su olores y esos momentos que compartí, es en ese instante cuando recuerdo para que me serviría una máquina del tiempo jajajajaja tan solo para verles una vez mas y darles infinitas gracias.
Siempre he creído que cada persona que ha compartido cualquier cosa conmigo por muy pequeña que sea, forma parte de mi, de la estructura, de la historia, es como dejar una piedrita que hace mas grande y solida mi esencia.
Un par de lagrimas rodaron por debajo de mis oscuras gafas, no intente limpiarlas, no me importaba porque con ellas entregaba una gran dotación de amor para todas aquellas personas que esta linda mañana me hicieron sentirme vivo y recordar lo magnifico de ser humano.