Solo pocos se percataron que la tierra había dejado de girar, estaba muriendo, la gran mayoría era incrédula y pensaban que era temporal, llegue a escucharles decir
– El mundo cada día está más loco-
Lentamente todo se fue cubriendo por una gruesa capa de silencio, las sombras eran a cada instante más frías y perdían su forma.
El caos llego a ser el rey, gobernante de aquellos que pensaban que todo sería por un instante y que el dinero los sacaría de ello, pero todo fue inútil.
La humanidad estaba por desaparecer del universo, los científicos no lograban entender que sucedía y mucho menos como darle solución.
De la nada un pequeño inicio a correr, logre mirar su rostro que lucia concentrado y dispuesto a lograr lo que solo él sabía, lo creyeron loco pero el continuo corriendo, sonreía y miraba al cielo, estaba seguro que en algún momento lograría sentir el movimiento del planeta.
De la nada otro pequeño entendió su idea, no sé si la intuyo en su mirada o la naturaleza le ilumino de igual forma, eran dos ya los pequeños que empeñaban sus pequeños cuerpos para lograr un movimiento casi imposible.
Día tras día más niños se fueron uniendo, era un espectáculo único, bello e increíble, de pronto el pequeño iniciador de todo aquello soltó una carcajada y todos quedaron inmóviles y segundos después reían, reían juntos tocando su estomago y rodando en el suelo.
Mire arriba, un rayo de luz toco mi cuerpo y sentí la vida, las nubes navegaban, soplo el viento y de pronto todo renacía.