martes, 20 de diciembre de 2011

Niños & Adultos

Es interesante y hermosa la manera de percibir la vida desde la posición de un niño.


¿Cuando dejé de hacerlo?




Sucedió cuando olvide sonreír por cosas sencillas, o fue cuando sentí la necesidad de tener para ser?

Miro al universo a la altura de un pequeño y todo es asombroso, no pierden el interés y sienten la necesidad de estar descubriendo, comparten sus logros con mayor placer y lo mejor es que lo dan sin reproches para que tú lo logres.

Ser adulto no es madurar y perder esta magia, seguramente que aquellas personas que han sabido conservarle son las que caminan sonrientes por las calles y contagian sin más, son aquellas que dan sin preguntar quién eres .

Seguramente son las que te hacen sentir tan importante y que todo en la vida tiene una razón de ser.

Ahora piensa en una de ellas y dime si no sonríes al traerla a tu mente.

Llénate de amor, llénate de esa sensación que ha dejado en ti ese ser.

jueves, 17 de noviembre de 2011

Sin más ni más


- Todo es tan simple y al mismo tiempo lleno de complejidades – me decía una y otra vez mientras me sobaba con fuerza y rabia el dedo pequeño de mi pie izquierdo que unos pasos atrás fue a estamparse con la pata del sillón, lo miro y luce entre un rojo candente y un pálido morado, maldigo cada cosa a mi alrededor y termino derrumbado, de rodillas con los brazos extendidos sobre la cama que aun esta cálida, las lagrimas terminan exterminándolo y me pregunto

–Que estoy pagando para pasarla tan mal? -

Lloro como un chiquillo, como no lo hacía hace años, recuerdo que fue cuando murió saimón, el perro que mi hermano había rescatado de las manos de quien no demostraba más respeto por la vida.

Me sentía tan solo en una habitación que contenía todo lo mío, pinturas, poemas y mas creaciones de mi estúpida revelación ante la vida, mire con calma cada pared, cada rincón y cada cosa, viajé por instantes no muy largos al tiempo de lo que admiraba y me sentí confortado pero al mismo tiempo seguía tan vacío, deforme y sin mayor sentido ante la misma vida.

No lograba identificar en que instante había elegido vivir así, que situación me puso ante todo aquello que tome sin pensarlo dos veces.

Me di cuenta que no tenía más sentido seguir preguntándome todo esto y me puse en pie una vida rutinaria me esperaba y tenia o debía seguir con ella, quizás eso me reconfortara y me ayude a dejar de lado todo esto.

Salí a la calle, una calle gris y en movimiento, miles se miraban como yo y al mismo tiempo fingían que todo era tan normal, camine y camine y pase de largo, solo seguí moviéndome y fui a dar a un lugar en donde saltaban y gritaban niños, niños sin duda tan pobres que sus pies descalzos se movían sin mayor problema en el frio, unos me miraron y siguieron con lo suyo, seguro estaban acostumbrados a la indiferencia del mundo pero uno llego a mí

–Estás perdido?- me pregunto con una cara de confusión.

- Tienes miedo o hambre?- me pregunto una vez más, no pode responderle pues estaba atrapado en la inocencia de su mirada, en el encanto de su  sonrisa y en lo gastado de su cuerpo a pesar de su corta edad.

Tomo mi mano y me llevo a una banca de piedra, nos sentamos y los dos permanecimos en silencio mirando el juego del resto de los niños, desapareció por un instante y volvió de la nada con un poco de agua, me la ofreció al tiempo que hacia señales de beberla, seré honesto y diré que dude en hacerlo pero su rostro me lleno de tranquilidad y lo hice sin más ni más, a cambio le ofrecí un trozo de chocolate que saque de mi gastado abrigo café, lo miro y su sonrisa creció lo abrió y mire como salivaba y de inmediato salto sobre la banca me dio las gracias y grito

– Vengan todos para acá que un trozo de chocolate les va a tocar-

En un segundo los niños hicieron fila extendiendo su mano sucia para recibir su pequeña fracción de chocolate, todos sonreían todos brincaban de emoción.

Me aparte para admirar aquella conmovedora imagen, llore una vez mas pero de forma distinta la mirada de aquel pequeño y la mía se encontraron en algún punto del universo, sonreímos.

Di la vuelta y me fui a casa dispuesto a darme una oportunidad más, necesitaba solo darme el tiempo de entender quien era.

lunes, 12 de septiembre de 2011

A mi fantasma


Te mire partir, me quede sentado a la orilla de la cama pensando en ti, desde ahí observaba las hojas caer al sentir el contacto del viento, me distraje solo por un instante y las lagrimas en el rostro me trajeron a nuestra realidad. Lloraba como un chiquillo, me sentía tan solo e indefenso en tanto espacio.

-Soy un maldito necio que se resiste a esta realidad, realidad que se clavaba lentamente, no quiero morir en silencio sobre esta cama aterciopelada de color amarillo, no quiero morir amando a un fantasma.

Es tan complicado para mí dejarte partir, duele como imagine sucedería desde que te comencé a amar, lo platique imaginando que ayudaría, haciéndolo más sencillo pero tanto dolor me hace ver lo equivocado que estoy al montar en nubes de algodón, amar lo imposible es una de mis mas grandes errores, intento sacudirme, dejar todo atrás pero tu olor continua en esta habitación, mi cuerpo tiembla agitado por tu ausencia.

Reniego a la vida, a tu decisión pero se respetar tu deseo y desde aquí te miré partir, no estarás mas a mi lado en esta cama aterciopelada y fría pero aun así te he dejado instalada por siempre muy dentro de mí.








jueves, 8 de septiembre de 2011

Tú y mi deseo.


Sucedió en más de una ocasión, nos encontrábamos e inmediatamente nuestras miradas se buscaban causando un cosquilleo en todo el cuerpo, de pronto ella demostraba algo de timidez y desconfianza, claro solo éramos un par de extraños que coincidían.

Recorro con poco disimulo cada parte de ella, luce tan fresca, limpia y pura, con una sonrisa nerviosa, su perfume es tan suave, olor a flores que me enloquece, cualquier motivo por más tonto es suficiente para permanecer a su lado y a ella parece no molestarle, al estar ahí juntos todo se perdía, no había más que su persona, su ser y el mío unidos por un deseo.

Nos apartábamos para cada uno seguir su camino pero mi mente no lo hacía, su imagen, cada detalle de ella permanecía conmigo y se quedaba hasta la noche al cerrar mis ojos.

Me di cuenta que cada día necesitaba mas y mas de ella, no solo era su físico, en algunas ocasiones la mire con una mirada triste y perdida, moría en el deseo de abrazarle y consolarle apartándole de aquello que marchitaba su rostro.

Una tarde, llovía y la ciudad era un caos, el trafico no daba ni para aquí ni para allá tenía yo más de sesenta minutos intentando irme a casa cuando le mire llegar, sonreímos y cruzamos un par de palabras sobre lo que sucedía, era tarde y sería imposible llegar a casa, le invite un café, ella después de sumergirse en su mente me respondió que sí.

Entramos a un lugar sencillo pero cálido, la ciudad seguía en caos pero sonreíamos contándonos historias, dejamos de lado todo el rededor, miró su reloj y me dijo que era muy noche y que tenía que avisar en casa que no tenía forma de llegar, ignoro en qué momento le propuse pasar la noche en una habitación

-Yo dormiré en el piso, no te preocupes- -Creo que sabemos el uno del otro hace tiempo -

No dijo nada solo sonrió pero esa sonrisa no era la nerviosa que yo conocía, miro su taza y tomo lo que restaba de café, se puso de pie y dijo

- Es tarde, mejor busquemos donde pasar la noche—

Llegamos a un hotel, pedimos una habitación y caminamos por un pasillo oscuro, todo era silencio y con olor a desinfectante, me sentía tontamente nervioso al igual que ella.

- Cuatrocientos veinticinco, es esta la habitación María-
le dije al tiempo que abría la puerta, extendí mi brazo para encender la luz y miramos los dos parados en el marco de la puerta una habitación que no lucia tan escalofriante, muy al contrario era realmente cálida.

Entramos en silencio y así permanecimos por un rato, ella se puso de pie y se metió a la ducha, yo no aparte la mirada de la puerta e imaginaba su cuerpo desnudo bajo la calidez del agua, de pronto salió con la toalla sobre su blanca piel, me miro mirándole, Sonrió

–Que esperabas? Que me fuera a la cama sin ducharme después de una larga jornada?

Nervioso le respondí que no había mejor idea que esa, me puse de pie para hacer lo mismo.

Mientras me bañaba pensaba en ella, en lo frágil y exquisito de su ser, en su belleza que iluminaba toda la habitación pero sobre todo en lo feliz que me sentía.

Salí fresco, renovado y me sorprendí al mirar a María sentada a un lado de la cama aun con la toalla, hice lo mismo y me senté frente a ella, tome sus manos y la mire a los ojos, sonreímos torpemente, nos pusimos de pie y nos abrazamos, sentí la calidez de su cuerpo junto al mío, disfrute de la forma de su cuerpo, cada línea de ella dibujada sombre mi, acaricie su desnudes y el deseo que se hacía más grande en esa oscura noche.

Nuestros labios se unieron, las toallas cayeron dando paso al placer y con ello a una infinita e interminable noche juntos.


domingo, 28 de agosto de 2011

¿Me amas?



-Silencio, tanto silencio me enferma- dijiste como un pensamiento en voz alta, no te pregunte a que te referías, tenías varios días con una extraña expresión en tu rostro y una mente dispersa, la mirada perdida.

Acaricie tu brazo para buscar tu mano, apretaste la mía y pero no paso más, seguimos bajo aquella silenciosa y oscura calle, a la distancia podía ver una débil luz, tropecé con no se qué y tire de tu brazo, ignoraste todo esto y continuaste a paso veloz. Un delgado animal paso a nuestra derecha le miraste de lado solo un instante y posaste tu mirada en mi, sentí soledad y tristeza en ella, sentí que escapabas de ese instante, te jale y quedaste de frente a mí ¿Que te sucede? ¿A que le temes tanto? Te pregunte con voz baja, tus labios solo se movieron pero tu voz no salió, sentí el aire de esas palabras muertas tocar mi rostro, te abrase sentí deseos de llorar y hablaste sollozando
-olvida no pasa nada, no diré nada, es solo este pasado que me carcome, esta extinguiendo los colores de mi ser, es algo con lo que cargo desde hace tiempo-

Giraste para seguir por el camino, yo no me moví detrás de ti me quede unos segundos intentado entender cada palabra y de la nada un aire me saco de aquellos pensamientos, corrí para tomar tu paso, ahora camine a tu lado y busque una vez más tu rostro, a pesar de todo lucias hermosa realmente hermosa y recordé aquel ínstate en que nos conocimos.

Llegaste con esa esencia de poder, de tener todo controlado, con esa seguridad que intimidaba, me miraste solo por segundos y continuaste con lo tuyo.

Los días pasaban y te miraba a la distancia, pensaba en que un día tomaría tu mano por las calles del poblado, despreocupados de la vida, de todo, recuerdo como el olor de tu perfume me sedujo, me atrapo y lo atrape y cada noche le sacaba para ponerlo a mi lado, para mantenerlo salvo y fresco y con ello me iba a dormir.

Pasaron tantas cosas para estar aquí, de la nada algún fantasma, algo te atrapo y temo, temo a la oscuridad a la soledad y a la indiferencia que se hace más fuerte y nos aparta del calor que nos unió algún día.

¿Amor, cielo adonde escapamos? pregunte porque no tenía idea de a dónde nos dirigíamos, hacia más de dos horas que caminábamos y débilmente distinguía árboles y plantas seguro nos hemos internado en la montaña, escuchaba ruidos por todo el rededor y tú no te mutabas seguías tras algo y llegamos al alba y pude distinguir con los primeros rayos de sol donde estábamos y me quede paralizado, muerto de miedo al mirar que estábamos de pie frente a un profundo vacio.

-Amor por dios, ¿Qué hacemos aquí?-

te paraste frente a mí y sonreíste, logre ver un brillo que pasaba de un lado al otro de tus ojos

–No temas es algo de debí realizar hace tiempo, ¿me amas? -

Jamás me habías pedido que te dijera si te amaba, decías que esa palabra era única y solo para pocos, descubrí lágrimas en tu rostro

–Dime, contesta ¿me amas?-     me preguntaste una vez más

–Caro que te amo y lo hare por siempre-

-Confía en mí no temas, no dudes porque ya no hay tiempo para ello-

Moví la cabeza para confirmarte mi apoyo

-Siéntate en silencio y pon atención, mucha atención-

Me acomode un una húmeda y fría roca el sol estaba saliendo pero aun no se dejaba sentir su calor, te vi desnudarte lentamente, tomaste tus ropas y las pusiste sobre mis piernas te apoyaste en mis rodillas y me besaste

-También te amo pero temía decirlo y no callare mas-

Te paraste en una plancha natural que sobre salía sobre el acantilado, extendiste tus brazos, un escalofrió recorrió mi cuerpo no podía dejarte saltar pero me has pedido que confié en ti, en el amor, apreté tus ropas y sentí aun el calor y tu aroma en ellas, lloraba sin darme cuenta y de la nada hago se apartaba de ti, mire tu cuerpo cambiar, extrañas formas y olores partían en dirección opuesta al sol, cambiaste de esencia, miraba una metamorfosis única y poco creíble y comenzaste una danza en la que a cada exhalación te suspendías, me puse de pie y mire en todas direcciones, estábamos completamente solos en aquel lugar y desfallecía de miedo al mirarte ahí, caíste inerte sobre la piedra, corrí a ti y estabas hermosa como siempre pero pálida sin vida, te apreté y sentí el frio en tu cuerpo, busque una señal de esperanza y no mostrabas más que inerte pero con una sonrisa en el rostro, bese tus labios para hacerte revivir, y cuando te sentí cerca se acelero mi corazón, vivías, tomaste mi cabeza y me dijiste al oído

-Hoy soy libre, deje lo que no me pertenece mas, aquellos fantasmas que la tierra toma y muta para que renazca en los campos en forma de flores-





sábado, 20 de agosto de 2011

Un día de sol


Días y mas días de cielo gris, lo primero que he realizado hoy después de abrir los ojos es correr a la ventana para descubrir si algún rayo de sol se escurre o escapa por entre nubes serías, y me recorre la nostalgia porque que hoy tampoco habrá sol, es lamentable que esta ciudad se esté convirtiendo en algo más que concreto, lentamente toma la forma de un gran cementerio donde los autobuses claramente muestran su epitafio.

Mi apetito ha disminuido al igual que el interés por interactuar con mis semejantes, me aseo con calma, nada acelera mi ritmo a estas alturas, tomo solo un té medio tibio y salgo a la calle con mi reproductor de audio.

Camino sin pensarlo la rutina ha registrado el rumbo a seguir, miro el rededor y el resto de las personas son como yo, algo así como seres naufragando en un mar de indiferencia azotados por tormentas que no llevan a nada.

Sé que este día será como el resto de los del año nada nuevo, solo queda sobrevivir, es hora de ir a la cama, este día se ha terminado y con el mis sueños que miro gastados, casi transparentes y me recuerdan a las películas de antaño, temo por ellos, temo que en algún momento dejen de estar allí!

He pasado mala noche, miro el reloj y han transcurrido no más de cuatro horas, estoy aquí sentado en la orilla de mi cama mirando a todo y nada, me pregunto ¿dónde está el sol? ¿Estará solo o alguien más le acompañará? Me pongo en pie en dirección de la ventana, corro las cortinas y me lleno de alivio al mirar una estrella destellar en la oscuridad, sonrío al descubrir mi rostro en el cristal doy la media vuelta y voy a dormir, seguro estoy de que ahora si lo hare.

Hoy el despertador son pero no le preste interés, temía abrir los ojos y descubrir un cielo opaco, pero el canto de un ave me hizo cambiar de opinión, de un salto llegue a la ventana y tire de las cortinas para descubrirte allí en silencio mirándome, inmediatamente tendiste una caricia a mi rostro, te sentí en cada parte, el calor ahora estaba en mí, me quite la poca ropa de dormir que traía y abrí de par en par las cortinas, salí al balcón desnudo a disfrutar de la calidez de tu ser, estas hoy aquí en casa, conmigo y con caricias me has hecho sentir vivo una vez más, solté una carcajada y comencé a bailar desnudo dando giros y salto de un lado a otro, algunas personas que paseaban por la calle levantaban la mirada y me extendían un grito, un aplauso y hasta un silbido por mi atrevido baile contigo.

martes, 16 de agosto de 2011

Oscura soledad


No es tan tarde como lo imaginaba, abro los ojos para saber qué hora es y penosamente apenas hemos pasado la media noche, miro el color azulado de la luna tiñendo la cortina, extrañas formas se entretejen en ella, siento el sudor recorriéndome mi cuello.

Y el silencio está ahí conmigo en la habitación, recorro con la mirada cada rincón y me descubro tendido sobre una cama.

¿Porque estoy solo?

¿Por qué no estás a mi lado esta noche?

¿He decidido estarlo o son mis acciones lo que me han conducido a esta soledad?

No es la primera vez que me devora el pensamiento y es que imagino tus movimientos, tu mirada sobre mi rostro, tu perfume, tu cuerpo acercándose a mí para rozarme, para crear una explosión de deseo.

Renace de nuevo esa sensación que es ya tan familiar, el dolor me hace suyo dejándome tendido, sin intenciones de ponerme de pie para continuar, respiro profundo buscando poner en orden mis ideas

¿Dónde demonios esta la lógica mundana para que me aparte de todo esto?

Mi cabeza gira y las lágrimas brotan y la soledad es quien me abraza, quien me extiende una frazada para exterminar con este frio que me carcome hasta los huesos, que me lleva a pensar en alejarme inclusive de mí.

La soledad no es mala en la porción y el momento exacto, pero torpemente la deje instalarse en mí y peor aun ocupando tu lugar, logrando dibujar monstruosos pensamientos a los que temo, tanto, tanto que mejor cierro mis ojos intentando de nuevo dormir para buscar tu imagen en mis sueños porque sé que te he perdido.

lunes, 8 de agosto de 2011

Si lo soy es porque lo elegí

Desde pequeño recuerdo como me era difícil poder jugar con niños de mi edad, siempre me veían de forma extraña, me miraban de reojo, se decían cosas entre ellos al oído y terminaban en carcajadas mientras me lanzaban pedazos de papel y en el peor de los casos hasta piedras de las cuales aun llevo algunas marcas en mi cabeza.

Lloré en repetidas ocasiones en los brazos de mi madre, me apretaba a su cuerpo mientras me decía con voz queda al oído – déjales hijo que ellos no saben de lo especial de tu ser- esas palabras y sus besos en mi frente siempre fueron el mejor de los consuelos para mi alma.

Pasó mi infancia y continúe con una adolescencia aun mas escabrosa, aun más oscura, no sabía y menos imaginaba si lograría seguir a flote, si sobreviviría un día mas y así pase día tras día apoyado y tomando la mano de quien hasta ahora continua a mi lado demostrado su amor.

Hubo quien corría para esconderse de mí, otros me gritaban el loco y unos cuantos solo se daban la vuelta, sentí cada una de esas navajas entrar en mi y llevarme a la parte más oscura de la habitación donde dormía en una posición extraña mi conciencia.

Hoy hay quien continua llamándome loco jajajajaja y lo soy no porque ellos me lo tatuaran en el alma, hoy soy porque soy, porque me encanta jugar con el equilibrio de sus vidas rutinarias y ordinarias en las cuales convivo pintando mi alga con ropas y colores de escaparates, soy el loco porque de esta forma he podido lograr ser quien soy esculpiendo sueños sin alguien que este sobre ellos, soy el loco porque esta es la llave con la que entro y salgo de donde muchos no se atreven ni a mencionar, soy un loco porque la vida es hermosamente indescifrable para los cuerdos y tan dócil y amable para los locos, soy yo el que ríe a carcajadas al mirarte a los ojos y mirar tu rostro lleno de horror al sentirte incapaz de vivir, de desnudarte y de entregarte a los placeres de la vida, soy yo el loco el que te abraza y cierra los ojos para pedir al cielo por un poco de locura para ti, a quien tanto amo.










viernes, 3 de junio de 2011

Mas que música

Me sentía mm, no se describir con facilidad el cómo, pero era un ser sin serlo buscando pertenecer, el encontrarme con alguien que me ayudara a saber más de mi.

Muchos voluntarios llenos de caricias y frases pero pocos con el sentimiento que me carcomía.

En realidad la realidad no me interesaba, solo algunos tragos e imágenes con algo de música me ayudaban a sentir que era de alguna parte! La radio sin duda me hacía sentir más humano y en realidad lo era y soy que no me percato de ello.

Esa época es disculpado por la edad y el llamado asunto de la juventud, hoy se que es un estado del donde se nace y al cual se retorna si no se sacude el cuerpo como el perro al desprender cada parte de su cuerpo.


Sin duda esas sensaciones me hacen sonreír porque aun siguen caminando como hormigas en mi cuerpo.

lunes, 4 de abril de 2011

Mi yo

Es ya primavera y los días han sido mayormente soleados, iniciaba mi día y todo parecía tan común como el resto, me prepare para ir a la ciudad, no es un viaje largo y sabia que si me daba prisa estaría allá al medio día, me ate las cintas de mis tenis y tome mi mochila, la colgué en mis hombro para así tener las manos libres.
Tenía que caminar varías calles para llega a la estación de autobuses, me agradaba pasar por entre el mercado, era delicioso el poder llenarme de colores y olores.
Sentí que algo no estaba bien y me detuve en la esquina de la casa antes de que estuviera demasiado lejos por si había olvidado algo, repase con calma lo que necesitaba y en que parte de la mochila le había guardado, con las manos tente las bolsas de mis jeans gastados y comprobé que la cartera y demás cosas estuvieran allí, todo estaba pero algo me sequia inquietando, intente dejar ese pensamiento atrás y me encamine a mi destino.
Las calles siempre en movimiento, distintos autos con diferentes rostros todo de un sentido a otro, me sentí más tranquilo y camine, mire a la distancia a una anciana intentando cruzar la calle pero su indecisión y la falta de precaución le mantuvieron unos minutos en aquella situación, porque no hay alguien con sentido común que otorgue un minuto de su tiempo para que la anciana cruce la calle sin temor, sumido estaba en ello cuando uno de mis pies cayó de la banqueta haciendo que casi quedara tendido sobre una señora que pasaba por ahí, me disculpe con ella y me despedí con un lo siento y una sonrisa, creo que eso aligero la situación.
Mire mi reloj y estaba en tiempo, estaba a no más de dos calles de llegar a la central de autobuses cuando de la nada salió un hombre de edad de un pequeño callejón, lleno de horror me pego con el hombro y pude oler su temor, sentí como me recorría el cuerpo, su rostro estaba desfigurado por el miedo, por algo que le había asustado tanto, lo mire alejare, se fue sin mirar atrás.
Me detuve y jale un poco de aire necesitaba recuperar mi paz, una bocanada mas e iniciaba mi andar cuando de la misma calle una mujer salió gritando y se cubría el rostro con sus manos, no podía entender lo que decía corría en un sentido y en otro, un vehículo por poco la arroya.

Corrí hacia e intente tomar sus brazos, pero me tiro de golpes para intentar soltarse –señora que le sucede, puedo ayudarle?-
-Nadie puede ayudarme-
-todo esta perdido, nada tiene sentido, nada es nada y no podre escapar a ello-
-déjeme porque es mejor morir-

Me aparte de su camino y la vi perderse entre los autos y las personas que me miraban como si yo fuera culpable de todo aquello.
Me senté a la orilla de la banqueta, definitivamente nada estaba bien, -que es lo que sucede alla?-
-que ocurre en aquel callejón?
Sentí miedo, un miedo infundado, pero tan real como cada persona que estaba ahí, ajena a toda esa situación.
No quise ponerme en pie, no tenía sentido, debía recuperar el aliento, la cordura para partir de ahí alejarme a toda prisa.
Mire mi reloj y solo un par de minutos habías transcurrido desde que le mire la ultima vez, eso no podía ser, estaba seguro que mínimo 20 minutos habían transcurrido, de nueva cuenta intente aclararlo todo repase cada instante desde que salí de casa y efectivamente el tiempo concordaba, jale aire y me puse de pie intentando alejarme a toda prisa de ahí, estaba seguro que a esa distancia todo sería diferente pero no podía despejar mi mente y sin pensarlo de nueva cuenta estaba yo de regreso a aquel callejón, mis manos sudaban y mi respiración era agitada, tenía miedo.
Me quede más de 15 minutos ahí parado, pensaba en que hacía y si debía entrar cuando de la nada una niña salía rebotando su pelota amarilla como el sol aquel día, me sonrío y continúo su camino.
Realmente sentí más miedo que nunca y sin penarlo mis pies se movieron para adentro de aquel lugar, era frio por la falta de luz los edificios tan pegados evitaban que el sol iluminara del todo, quería correr, gritar y salir de ahí a toda prisa pero algo de mi seguía paso a paso, en realidad mis ojos se movían en todas direcciones, cada detalle atraía mi atención por fin llegue al fondo de aquel callejón y no vi más que contenedores de basura, las puertas traseras de algunos negocios, me sentí tranquilo, pensé que aquellas personas estaba o consumían algo para encontrarse en ese estado, gire y de la nada mire algo brillar, algo que estaba seguro no estaba allí cuando entre, cuando pase por allí, trague saliva cuando sentí que una gota de sudor recorría mi rostro, di pequeños pasos para llegar a donde no quería pero tenía que, por fin mirándole de frente descubrí mi imagen como jamás le había mirado, me encontré con mi yo mismo en un extraño espejo, con una persona ajena pero indiscutiblemente era mi imagen.

jueves, 10 de marzo de 2011

Mundo perdido

Andrés sentía que todo su mundo caía sobre él,  su  corazón  latía con  mucha fuerza y una fuerza que  jamás había imaginado.
Sus manos sudaban  y sentía que su cuerpo lo abandonaba, no sabía la hora pero estaba seguro de que  no faltaba mucho para salir y enfrentar su más grande y nuevo temor.
Pensaba en mentir,  inventarlo  todo pero jamás, jamás decir lo que en realidad sucedía, no sabía con exactitud a lo que se enfrentaría y esto le llenaba más que nunca de temor, las lagrimas estaban por salir cuando de pronto escucho la señal de salida  -Llego el momento- tomo sus cosas y camino despacio como intentando evitar llegar a su objetivo.
Sin más  vio las puertas abiertas de par en par y sin remedio a quien le esperaba  del otro lado, trato de disimular al mirarle y sonrío nervioso,  se saludaron y  besaron en la mejilla con la mirada perdida y la voz quebrada atino a decir.
- Papi, saque cinco en matemáticas-

martes, 22 de febrero de 2011

Miradas!



Si  tan solo lograras descubrirme,  escucharme antes de mirarme,  que sepas de mi no por lo que ves.
Soy fragilidad transparente buscando pertenecer, ser y vivir.
No soy quien digo ser, no soy  quien soy.
Solo y tan solo entonces sabrás y descubrirás lo que en mi habita.

viernes, 18 de febrero de 2011

Evolucion, cambio!

Solo pocos se percataron que la tierra había dejado de girar, estaba muriendo, la gran mayoría era incrédula y pensaban que era temporal, llegue a escucharles decir
 – El mundo cada día está más loco-
Lentamente todo se fue cubriendo por una gruesa capa de silencio, las sombras eran a cada instante más frías y perdían su forma.

El caos llego a ser el rey, gobernante de aquellos que pensaban que todo sería por un instante y que el dinero los sacaría de ello, pero todo fue inútil.

La humanidad estaba por desaparecer del universo, los científicos no lograban entender que sucedía y mucho menos como darle solución.

De la nada un pequeño inicio a correr, logre mirar su rostro que lucia concentrado y dispuesto a lograr lo que solo él sabía, lo creyeron loco pero el continuo corriendo, sonreía y miraba al cielo, estaba seguro que en algún momento lograría sentir el movimiento del planeta.

De la nada otro pequeño entendió su idea, no sé si la intuyo en su mirada o la naturaleza le ilumino de igual forma, eran dos ya los pequeños que empeñaban sus pequeños cuerpos para lograr un movimiento casi imposible.

Día tras día más niños se fueron uniendo, era un espectáculo único, bello e increíble, de pronto el pequeño iniciador de todo aquello soltó una carcajada y todos quedaron inmóviles y segundos después reían, reían juntos tocando su estomago y rodando en el suelo.

Mire arriba, un rayo de luz toco mi cuerpo y sentí la vida, las nubes navegaban, soplo el viento y de pronto todo renacía.



viernes, 4 de febrero de 2011

Extraña, sensación!!

Una  extraña sensación revoloteaba en mi interior, no me permitía estar más tiempo en la cama y por ello me puse de pie,  lo habitual iniciaba; el baño, un desayuno  poco sano  y a la calle.
El cielo era esa mañana de lo  mas azul, no recuerdo  ni en mi infancia cuando viví en la granja uno tan claro y bello, ahí estaba yo caminando con la mirada perdida en ese espectáculo que tenia sobre y frente a mí.
Olores destellantes llegaban de todas direcciones, creo que la vida esa mañana era tan distinta, tan única, ¿Pero debido a qué?
De la nada notas musicales invadieron mi cuerpo e involuntariamente me moví rítmicamente, ¡que sensación! quizás me remonto a los días  de juventud en los que mi principal actividad era  buscar y compartir música con los amigos, identifiqué de donde provenían los ritmos, la armonía universal que me abrazaba.
Con asombro descubrí una pequeña peluquería y siendo sincero todos los días caminaba por ahí pero no me había percatado de su existir, miré en su interior y un hombre  de edad bailaba frente al espejo, sonreía libremente, que manera de disfrutar sus instantes!
Sin duda hacía tiempo que no vivía tanta plenitud pero - ¿que más podía suceder esa mañana?-  me pregunté.
Abordé el melancólico autobús, tan ruidoso y frío, un par de caras largas como siempre  pero decidí  hoy dejarlas de lado!!
Dios! de la nada miré en la calle una chica hermosamente delgada; lucía con tanto destello, tan llena de luz!. Me puse de pie y busque la forma de parar el autobús, lo logré después de varios gritos y  súplicas al operador.
Busqué rápidamente a la mujer pero no estaba, ¿qué sucedía? !Si no pasó tanto tiempo como para perderle! corrí ansioso para dar con ella y le descubrí unos metros adelante sonriente mirando el aparador de una tienda, de verdad era increíblemente bella y frágil.
Le seguí varias calles a la distancia pero aun así podía percibir un dulce y fresco olor. Inmediatamente pensé en rosas!   Me sentí estúpido  persiguiéndole pero era algo que sencillamente me resultaba evitar, ignoré toda causa lógica y me entregué al instante.
Un descuido la apartó de mi vista, la perdí de nuevo, me llené de pánico ¡No puede ser posible! Suplique, imploré a dios para que me diera una señal de ella, pero fue inútil, me senté sin fuerzas  a la orilla de la banqueta con la cara larga y mis manos sosteniéndola.
Mil preguntas lancé al cielo y sólo  llegó un vuelo mágico de mil aves. Formaban una ola de esperanza,  respiré profundo, y a punto de incorporarme algo tocó mi hombro, no supe qué hasta estar de pie.
El corazón salto al descubrir a la chica frente a mí, mirándome a los ojos  e intentando descifrar mi  cara, era perfectamente bella, repase con la mirada cada detalle de su belleza, sus ojos, cada comisura de sus labios -¿Estás bien? – me pregunto mientras sentía su aliento acariciar mi rostro.

Estaba mudo, torpe  y sin poder reaccionar.
-¿Estás bien?- preguntó una vez mas mientras tomaba mi mano. Su contacto me sacó de mi estado,  respondí con voz baja –Si, gracias – sonrió al notar mi estado, 
- Perfecto, lo sabía, solo quería confirmarlo-
Es un placer saludarte, me voy.
Seguí mudo pero atiné a soltar una pregunta que aun no entiendo de donde surgió.
- Disculpa  ¿eres acaso un ángel entre nosotros y mantienes tus alas en casa, en el closet guardadas?-
Sólo una gran sonrisa y sentí vergüenza, se acercó a mi oído y me dijo en voz baja
- Sí claro, pero promete que jamás lo dirás-
Besó mi mejilla, dio media vuelta y continuó su camino iluminando y llenándolo todo de amor por las calles habitadas de rutina y silencioso concreto.

miércoles, 2 de febrero de 2011

Aire y mi adios!




Sentí como cada respiro me dolía hasta el alma, ¡no tenía idea de cuánto tiempo duraría esto! Sin embargo intente pensar en los mejores momentos de los que tenía conciencia, con dificultad respiraba mientras sonreía al recordar cada una de ellas.

Suspire, llene lo mas que pude mi cuerpo de aire y de dolor,  sentí  como la nostalgia me cobijaba al saberme ahí sin más futuro y con este corto presente, he terminado hoy, hasta aquí.

Mi cuerpo era frío y fui dejando de  sentir cada parte de él, mire el destello de una estrella por entre los fierros retorcidos de mi vehículo.

Sin duda la inmortalidad no estaba conmigo ahí, pero si mi muerte.

martes, 25 de enero de 2011

Espinas, bellos días


Llevo más de diez minutos intentando ponerme de pie,  el reloj indica que la cama debe quedar atrás pero no puedo, mi cuerpo hoy es extraño, pesado, algo de mí no está,
¿Qué me sucede?
Miro en dirección de la ventana y el sol luce resplandeciente, tanta luz en la habitación y las cosas no brillan como días atrás.
Estoy sentado en la cama,  intento convencerme de accionar a la solicitud de mi mente, me estoy impacientando, estoy nervioso, ansioso y con deseos de volver a tenderme en la cama.
Quiero despejarme accionando mis actividades con un poco de música, suenan notas  en cada rincón de la habitación, pobremente reacciona mi cuerpo al ser invitado por los ritmos pero no sucede más.
 Mmmm….
¿Qué sucede con el  sol que no calienta?
¿Qué sucede con la música que ya no vibra?
¿Qué sucede con la vida?
¿Qué pasa conmigo?
En la  ducha  me cansa el  sonido que genera el agua al golpear mi cabeza, mi cuerpo.  El liquido tibio hoy me  es tan  indiferente,  el perfume del jabón se ha esfumado, todo hoy atenta contra mí.
Estoy inapetente, nada de alimento para un exigente estomago, cada mañana genera manifestaciones para ser saciado pero hoy es mas callado que nunca, solo una taza de café para no extrañar esa rutina, ese ritual.
Los colores de la calle son tan fríos,  ¡han partido quizás al sur en busca de más calor! estoy cansado, soy a estas horas un remedo de lo que fui ayer.
¿Qué diablos sucede?
¿Qué hizo que todo cambiara?
Nada tiene sentido,  son ridículas, mis ropas, las cosas, todo es tan innecesario pero estúpidamente necesarias, no quiero nada, no quiero a nadie, pero necesito que me abracen porque me siento solo.
Sentado en la banca espero al bus, uno se ha  detenido frente a mí pero no tengo el valor de abordarlo y le hago señas de que me deje ahí, ¿Qué no se da cuenta que me revuelco en mi confusión? le veo partir.
Levanto la vista en busca de una señal que me indique  que ahí estas, nada, las nubes blancas continúan su camino indiferentes al mundo atroz que me rodea.
Si voy al supermercado siempre elijo la mejor fruta, colorida, suave y de refrescantes olores, si elijo vestir siempre los colores que me llenen de vida, de fuerza de intenciones de salir siempre a la superficie, ¿y porque no puedo hacer lo mismo con los días? seleccionar los mejores, aquellos que presenten las  cualidades perfectas para ser feliz.
Jajajajajajaja suelto una carcajada estúpida, mi imagen es la de un loco en medio de la nada,  redescubro que la elección siempre ha sido mía.

jueves, 20 de enero de 2011

Inframundo


Elegante y atenta a todo lo que sucede aquí abajo en su inframundo, no deja de sonreír ante los mil acontecimientos que suceden ante sus ojos, silenciosos camina para no perder detalle de las acciones nocturnas.

Es tan discreta que pocos se percatan de que nos observa, ella espera con calma a que algún hombre le mire y  lance una interrogante al aire de la cual seguramente responderá en sus sueños.

Ella es la figura nocturna hermosa que está allí, quizás nadie sabe hace cuanto que se dedica a velar nuestras noches esperando a que su inframundo se eleve y la abrase.

miércoles, 12 de enero de 2011

Un adios

 
Estaba incómodamente parado a la orilla del mar,  mas por la situación que por el lugar, era el momento de partir  dejando todo  atrás.
Fueron días encantadores los que pasaron en aquel paraíso,  sabía que lo que más extrañaría sería el calor de su cuerpo y esa mirada al despertar.
Él se mantenía con la mirada sumergida en el horizonte mientras ella le abrazaba mojándole la camisa por las lágrimas, era inevitable,  morían en ese instante.
Un adiós no podía salir de sus bocas, sellaron el silencio con un beso, el cielo era inmensamente azul pero en ese instante nada tenía color.
Era el momento de la partida, dejar atrás a la mujer que amaba.
La miró perderse en el horizonte donde el mar y  la  extensión de tierra se fundían en uno, devorándola.